10 abril 2008

Fotografías


Nadie puede ser esclavo de su identidad: cuando surge una posibilidad de cambio, hay que cambiar.
Elliot Gould

Cualquier que haya visitado mi dormitorio alguna vez sabrá que hay una atracción especialmente turística: las fotografías que hay por todos lados. Es una de mis pequeñas manías, costumbres o características, a veces casi una atracción turística.

¿Pero qué de especial tienen las fotos? Recuerdos. Únicamente recuerdos. Es admirable levantarse cada mañana y recordar otros tiempos. Además, suele pasar en los fines de semana que uno tiene todo el tiempo del mundo para levantarse, que se deleita con las emociones y sensaciones de aquella época; y es francamente difícil ocultar una sonrisa, o incluso a veces una carcajada.

Y es que las fotografías son eso, momentos plasmados en un papel, que aparte de colores y formas llevan sentimientos. Son, después de la música y la pintura, la mejor manera de manera de plasmar sentimientos sin palabras y sin recurrir a la imaginación, sino empleando únicamente elementos y personas reales. Las fotografías son una manera barata de soñar, pero hacia atrás. Son una constante invitación a no borrar momentos que provocaron alegría, tristeza o euforia.

Y gusta, lo cierto es que gusta ir viendo las distintas etapas de la vida, y ver como uno va evolucionando, como va creciendo y madurando; como evoluciona también el pensamiento, las prioridades y hasta los gustos; todo lo relacionado con el individuo. Ver como la vida es algo dinámico, que nunca cesa de cambiar. Es agradable sentirse vivo contemplado fotografías a la vez que uno se da cuenta de que también sigue siendo el mismo.

1 comentario:

Ank-Su-Ra dijo...

"y que uno no está solo", añadiria yo.

cada uno es, una pequeña parte de las personas que lo rodean, como un puzzle hexo de personas que marcan nuestras vidas.

un besito gonzalin, tu también me miras por las mañanas desde las paredes de mi cuarto ;)