28 febrero 2011

La Esencia de un Blog

Escribir es la manera más profunda de leer la vida.
Francisco Umbral

Se ha suscitado un debate por Twitter acerca de si los blogs están cayendo en el desuso por culpa de esta misma red social. Comentaban algunos usuarios de Twitter que ésta ha sustituido a los blogs porque la hace más rápida y permite la comunicación con más personas que los blogs. Yo creo que la respuesta a la pregunta si es preferible usar un blog o Twitter habría que enfocarla desde el punto de vista de la finalidad y preguntarnos para qué queremos los blogs, y para qué queremos Twitter.

Creo que se produce en este debate que arriba mencionaba una confusión de los objetivos de las herramientas cibernéticas. Desde un punto de vista de popularidad y alcance, Twitter es mucho mejor: las lecturas son rápidas (140 caracteres únicamente), es muy dinámico con los lectores y los escritores, permite el seguimiento simultáneo de hasta miles de personas y permite debates y conversaciones públicas.

Sin embargo, creo que la filosofía de los blogs es distinta. El blog es la ventana a la libertad de expresión en la red. No hay límite de palabras ni de contenido. Cada cual se expresa, libremente, sin ninguna limitación más que su voluntad. El blog es un rincón en la red donde depositar el alma de cada cual.

Comentaba con un amigo recientemente técnicas de captación de lectores para el blog, como por ejemplo el número de entradas por semana óptimas para un seguimiento exhaustivo. El hecho de tener lectores es siempre halagador, pero no creo que ese sea el fin de un blog, sino que considero el hecho de tener lectores como una consecuencia o algo secundario.

En este dilema sobre el objetivo de la escritura encontramos los dos tipos de escritores que existen: los que escriben para sí mismos, usando la escritura como instrumento de expresión; y los que escriben para los demás, para la recepción de elogios y para incrementar su popularidad.

Creo firmemente que el escritor de un blog es un escritor para sí mismo, sin más finalidad que su propia satisfacción y que el hecho de tener lectores es una motivación extra, pero no la principal. Es por eso que mi posición en el debate sobre si Twitter está sustituyendo a los blogs es la de entender que Twitter puede estar sustituyendo a aquellos blogs cuyos autores escriben para sus lectores, no para sí mismos. Twitter no podrá nunca sustituir a aquellos que despliegan su ser sobre las palabras, ya que el alma de una persona jamás cabrá en 140 caracteres.

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21 febrero 2011

Queda Prohibido

Queda prohibido llorar sin aprender
Alfredo Cuervo

Hay veces que la mera lectura de un poema o de un fragmento de una obra literaria es suficiente para levantar el alma de quien lo lee. Por eso, y sabiendo que hoy hay quien lo necesita, dejo este poema de Alfredo Cuervo que una vez a mí también me ayudó.

¿Qué es lo verdaderamente importante?

Busco en mi interior la respuesta,

y me es tan difícil de encontrar.

Falsas ideas invaden mi mente,

acostumbrada a enmascarar lo que no entiende,

aturdida en un mundo de falsas ilusiones,

donde la vanidad, el miedo, la riqueza,

la violencia, el odio, la indiferencia,

se convierten en adorados héroes.

Me preguntas cómo se puede ser feliz,

cómo entre tanta mentira se puede vivir,

es cada uno quien se tiene que responder,

aunque para mí, aquí, ahora y para siempre:

queda prohibido llorar sin aprender,

levantarme un día sin saber qué hacer,

tener miedo a mis recuerdos,

sentirme sólo alguna vez.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,

no luchar por lo que quiero,

abandonarlo todo por tener miedo,

no convertir en realidad mis sueños.

Queda prohibido no demostrarte mi amor,

hacer que pagues mis dudas y mi mal humor,

inventarme cosas que nunca ocurrieron,

recordarte sólo cuando no te tengo.

Queda prohibido dejar a mis amigos,

no intentar comprender lo que vivimos,

llamarles sólo cuando les necesito,

no ver que también nosotros somos distintos.

Queda prohibido no ser yo ante la gente,

fingir ante las personas que no me importan,

hacerme el gracioso con tal de que me recuerden,

olvidar a toda la gente que me quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por mí mismo,

no creer en mi dios y hacer mi destino,

tener miedo a la vida y a sus castigos,

no vivir cada día como si fuera un último suspiro.

Queda prohibido echarte de menos sin alegrarme,

olvidar los momentos que me hicieron quererte,

todo porque nuestros caminos han dejado de abrazarse,

olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,

pensar que sus vidas valen más que la mía,

no saber que cada uno tiene su camino y su dicha,

pensar que con su falta el mundo se termina.

Queda prohibido no crear mi historia,

dejar de dar las gracias a mi familia por mi vida,

no tener un momento para la gente que me necesita,

no comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita.

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15 febrero 2011

Conversaciones

Una buena conversación debe agotar el tema, no a los interlocutores.
Winston Churchill

He sostenido más de una vez, y sigo sosteniendo, que una buena conversación es uno de los mayores placeres del mundo. Así me lo parece, al menos. No siempre resulta fácil encontrar a un o unos interlocutores adecuados para tal efecto. Pero cuando se encuentran, el resultado es increíble.

Una buena conversación contiene numerosos factores que la hacen apetecible y placentera. El primero de ellos puede ser la cordialidad. Cuando uno habla con otra persona de manera cordial, está transmitiendo y recibiendo afecto continuamente de forma subliminal mediante las palabras. El intercambio risas y bromas son síntomas de una charla agradable y evidencia de una sintonía. Es una buena forma de estrechar la amistad entre varias personas.

Otro factor al que suele recurrirse en las conversaciones es la rememoración del pasado común. La nostalgia de ese pasado, el recuerdo de otros tiempos, produce una sensación positiva y estrecha la simpatía entre quienes las comparten. Como he comentado alguna vez, los recuerdos son una forma de volver a vivir las cosas.

Ha de tenerse en cuenta el enriquecimiento que supone la adquisición de ideas de otras personas. También sucede con los puntos de vista, con las perspectivas diferentes sobre un mismo objeto o situación. Aprende uno a ver las cosas desde otro lado, conociendo otros factores y quedándose con los que más interesantes o acertados encuentra.

Además, suelen tratarse en las buenas conversaciones proyecciones para el futuro. Se crean ganas. Ganas para emprender proyectos o simplemente para realizar mejor las funciones y tareas que ya se desempeñan. Una conversación suele ser un punto de partida para algo.

En definitiva, la conversación hace sentir apego por la vida. Es consecuencia de nuestra condición de animal social. Tras una agradable conversación uno encuentra su papel en el mundo, se dibuja con más perspectiva. Las conversaciones ayudan a trazar el contexto vital de uno, nos ayudan a descartar qué no queremos y a decidirnos por lo que sí.

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14 febrero 2011

La Importancia de la Razón en los Sentimientos

Nuestros pensamientos más importantes son los que contradicen nuestros sentimientos.
Paul Ambroise Valéry

Muchas veces paramos un momento a analizarnos a nosotros mismo y a tratar de trazar el mejor camino a seguir de entre todos los posibles. En ocasiones andamos convencidos de que el camino es uno y lo seguimos sin reparo alguno. En cambio, otras, las decisiones vienen enfrentadas: cabeza contra corazón.

No es fácil siempre seguir el camino más ético o coherente. El corazón posee un cordel con el que a veces tira de tal manera que nos es muy difícil resistirnos. Deseamos algo con mucha fuerza aun sabiendo que ese algo no nos hace bien, es insano para nosotros. La razón ve con claridad, pero muchas veces se ve nublada por los sentimientos desatados de las pasiones.

Por eso es fundamental contar con los amigos. Son ellos la parte racional cuando el alma anda nublada. Poseen la distancia emocional suficiente para discernir qué es mejor y qué es peor. Su mirada es fría y calculadora, sin ningún sentimiento que medie.

Y es en esas situaciones en que queremos pero no debemos cuando su insistencia y ayuda sobre la decisión que tomar se hace tan valiosa. Son los que están fuera los que tienen una perspectiva objetiva sobre la situación, los que ven flagrantes oportunismos cuando nosotros vemos oportunidades. Son ellos quienes nos reconducen al camino.

Cuando nos hayamos sumergidos en alguna pasión, todo parece trascendental. Todo parece insustituible e inigualable. Por eso la visión fría de alguien en quien confiamos nos puede, en determinados momentos, hacernos tanto bien. Porque anda fuera de las exageraciones sentimentales.

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12 febrero 2011

El Desgaste de las Instituciones Democráticas

Todos los males de la democracia pueden curarse con más democracia
Alfred Emanuel Smith

Leo y escucho muchas críticas hacia los políticos tras los últimos casos de corrupción destapados. No son ataques contra un político en concreto, e incluso no lo son contra el partido contrario (sí, en España existe un bipartidismo visceral). Se trata de un ataque contra la “clase política” en general, contra la casta, contra la categoría profesional política, y, francamente, me preocupa.

Perder el respeto a los políticos lleva detrás de sí una consecuencia más grave: desconfianza y desencanto con las instituciones que representan. Son los políticos los que ocupan los sitios de las instituciones y por tanto es a ellos a quienes se relaciona con ellas. Además, casi ninguno de ellos ha mostrado nunca interés en separar a la institución democrática del Estado con el partido. Es más, puede casi afirmarse que se ha fomentado lo contrario, la fusión del cargo con el partido la asignación de los escaños y puestos de representación al grupo político antes que a las personas. La prueba de esta confusión es en que la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros la hace el Secretario de Organización del partido, y no el portavoz del Gobierno, como debiera.

La pérdida de respeto y confianza en las instituciones democráticas no puede llevar consigo sino un desgaste de la misma democracia. Las instituciones son la cara del sistema democrático, son el poder legitimado a través de la democracia. Por tanto, si perdemos la confianza en ese poder democrático, estamos perdiendo la confianza en la propia democracia.

Muchas son las diferencias con respecto de los años 30 (existe una Unión Europea, la presencia e importancia del ejército en la vida civil se ha reducido considerablemente, etc.) pero si las democracias cedieron ante las dictaduras en aquellos años, mucho se debió al desencanto por la democracia que se vivió en aquellas sociedades, por el desgaste de las instituciones democráticas. Y este desgaste del sistema democrático no es más que un nido de populistas autoritarios. Hitler es el mejor ejemplo de esto que digo.

No tiene que llegarse al extremo del nazismo para que la democracia se pervierta. La politización de la Justicia, la inexistencia de unos sindicatos libres e independientes que defiendan al trabajador, la falta de democracia en las elecciones de candidatos a las instituciones, la limitación del ciudadano en las decisiones que realmente le afectan, la falta de transparencia en las instituciones, la duplicidad de administraciones, etc. son síntomas de una democracia incompleta o enferma.

Nada es definitivo aún. Todavía estamos a tiempo de sanarla. La fórmula es bien sencilla: más democracia, como ya enunció Alfred Emanuel Smith. Pero como los ciudadanos sigamos mirando para otro lado y riéndole la gracia a quienes viven a costa de nuestros impuestos sin más preocupación que sus propios intereses y sin más argumento y bandera que una ideología caduca y anacrónica, puede que en un futuro próximo lamentemos, como hizo Alemania en su día, haber entregado tácitamente la democracia y la libertad a unos pocos, que pese a predicar sobre el bien de la nación y la sociedad, no habrían mirado más allá de su propio ombligo y ambiciones.

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08 febrero 2011

El Precio de los Libros

En España la mejor manera de guardar un secreto es escribir un libro.
Manuel Azaña

Algo que me ha llamado mucho la atención de aquí de Irlanda del Norte y que me resulta bastante significativo, aunque no sé cómo interpretarlo, es la diferencia abismal de precios que hay en los libros y la tecnología. Sobre todo en los libros. Los precios que únicamente se encuentra en ferias del libro en España (muchos de ellos de segunda mano), en Irlanda del Norte son precios habituales, incluyendo múltiples ofertas de tres libros por cinco libras o libros a noventa y nueve peniques.

Es realmente abrupta la diferencia. Únicamente en los best-sellers más recientes o en libros sumamente técnicos he visto precios que se dispararan un poco (por supuesto siempre debajo de los precios españoles). El resto de libros, bastante asequibles. Y si encima decides entrar a una librería de segunda mano (muchas de ellas benéficas, por cierto, organizadas por Oxfam o Asociaciones Contra el Cáncer) los libros se convierten en auténticas gangas.

No sé si en el Reino Unido los libros tienen algún tipo de subvención por parte del Gobierno. O las distribuidoras y editoriales no manejan tan grandes beneficios como en España. O que la ley de la oferta y la demanda (que los británicos leen muchos libros) hace que éstos disminuyan su precio. Cualquiera de estas tres opciones que se me ocurren deja en mal lugar a España en comparación con el territorio insular al que me refiero.

Tal vez sean pequeños gestos que ayuden a entender las diferencias entre Gran Bretaña y España. Las diferencias entre las sociedades (cómo cada una gasta su dinero) y por ende, las diferentes sociedades civiles (si es que podamos hablar de que en España existe realmente). El consumo de libros podría ser un buen indicador de las preocupaciones y preferencias de las sociedades. Desconozco si se ha hecho algún estudio al respecto, pero creo que sería bastante ilustrador.

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05 febrero 2011

Mitos

El deseo de felicidad mantiene presente el mito del artista.
Félix de Azúa

Toda persona tiene una referencia ideal respecto a cada una de sus dimensiones vitales. Todo el mundo aspira a algo, y en esas aspiraciones, tendemos a tomar por referencia situaciones, hechos o personas que entendemos son perfectos e ideales y que de alguna manera van marcando nuestro tope.

Una de estas dimensiones es la historia y la política. La definición de una ideología política en uno mismo no puede llegar a definirse sin una mitificación previa de un personaje, una situación, un territorio o una sociedad concreta. La formación de los sentimientos relacionados con la ideología política nacen de la concepción abstracta (de la elevación al abstracto más bien) de una situación concreta que nunca fue tal y como se describe.

Los mitos son necesarios cuando se trata de creer en una cosa. Ya los griegos usaban a los héroes como ejemplos absolutos de las virtudes, idealizándolos en extremos y creando una necesidad o voluntad de imitación de estos, siendo esta imitación el objetivo vital más importante.

También ha sucedido en muchas religiones. Las figuras principales de muchas religiones han sido divinizadas e idealizadas, y mucha de la conducta exigida a los fieles de éstas es la imitación de aquéllos, la aproximación a al ideal perfecto que se desprende de dichos personajes.

Así bien, las naciones también han creado sus mitos de formación. Toda nación tiene personajes y tiempos de gloria, donde las virtudes de los héroes y las épocas no hacen sino invitar al ciudadano a conseguir recuperar la gloria que la nación tuvo en tiempos de los héroes. Se invoca a idealizar la nación, ha elevarla hasta el abstracto del mito.

Lo que no pueden olvidar aquellos que quieren hacer un análisis serio de la Historia o la política es que estas mitificaciones no son más que eso, idealizaciones y exaltaciones que persiguen orientar la conducta de sus ciudadanos en busca de estos mitos. A la hora de ser rigurosos, ha de bajarse a los hechos. No obstante, estos mitos y exaltaciones pueden decirnos muchos sobre una cultura y una sociedad, cuáles son sus valores y a qué aspira.

Y así ocurre también para el hombre: son los mitos que uno admira los que van marcando la conducta en la vida. Son las creencias que, independientemente de verdaderas o falsas, inspiran a cada uno y moldean su voluntad.

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01 febrero 2011

Igualdad Estética

La democracia debe guardarse de dos excesos: el espíritu de desigualdad, que la conduce a la aristocracia, y el espíritu de igualdad extrema, que la conduce al despotismo.
Montesquieu

Hay una tendencia en la primera línea política a emplear el término igualdad en prácticamente todas las cuestiones de la vida pública. Quizás el más celebrado sea el de la igualdad de género que ha conseguido incluso meterse de lleno en el flamante Estatuto de Andalucía. La obsesión por la igualdad achaca ya no sólo a los políticos, sino incluso juristas, periodistas y sociólogos, debido, tal vez, a las últimas leyes de Igualdad.

Pero ¿qué se busca realmente con esta igualdad? Pues en vista de las aplicaciones que se prevén en la ley, parece que lo único que preocupa a nuestros legisladores y políticos es la “igualdad estética”, es decir, la búsqueda de la armonía numérica manejando la estadística y las cifras, esto es, la búsqueda de unos números que sean a la vista agradables independientemente de lo que haya detrás de ellos. Si repasamos con detenimiento las leyes, la igualdad se ha reducido simplemente a un número, en concreto, a que haya el mismo número de unos que de otros.

Así se lucha contra la discriminación de la mujer, según la mayoría de los políticos y los grupos feministas: haciendo que haya la misma cantidad de Consejeros varones que mujeres, exigiendo igualdad de número en las listas electorales de machos y hembras, forzando a que en los libros de texto escolares se hable igual número de veces de ellos que de ellas, etc. Como ven, al final lo que resulta es el mismo número de unos que de otros.

Yo, sin embargo, reniego de esta teoría cuantitativa sobre la igualdad. A mi entender, este método serviría únicamente si todas las personas fuéramos absolutamente iguales. Puesto que esto es falso, ya que cada cual es el resultado de una configuración genética donde entran en juego una cantidad incontable de variables, además de una cultura y una socialización diferente, éste método es, a mi parecer, inadecuado.

Cosa bien distinta es que todos, independientemente de nuestros genes, cultura, progenitores, lugar de nacimiento y clase social, entre otras, tengamos la misma posibilidad de acceder a lo mismo. Es decir, que independientemente de donde nazca y de quienes sean mis padres tenga la posibilidad (si así lo deseo) de tener título universitario, trabajo, manutención, vivienda y acceso a una sanidad de calidad. Igualdad de oportunidades, en definitiva. Pero no es esto lo que se ha buscado desde la legislación, sino la igualdad numérica respecto de una variable concreta: el sexo.

Lo que puede llegar a parecer la creación de estos cupos es el reconocimiento público (por parte de quien ha legislado y apoyado tal legislación) de inferioridad de la mujer. El hecho de crear cupos específicos de mujeres es similar al que tienen los discapacitados para el acceso a la Administración Pública o los extranjeros a las Universidades Públicas: es una forma de sugerir que tal vez no sean capaces de conseguirlo por sí solas, y que necesitan el apoyo de la Administración.

Si este fuera el medio de solución de todos los problemas de igualad, podrían hacer lo mismo con los inmigrantes, o con cualquier otro sector que el Gobierno desconsidere en inferioridad de oportunidades. ¿Por qué no hacer un cupo en las listas para discapacitados o para homosexuales? Sencillamente porque supondría violentar la libertad del electorado para elegir a sus representantes, cosa que sí se ha hecho respecto a la mujer con la inclusión forzosa de un número de ellas en las listas electorales.

Lo que resulta curioso de todo esto es que estas políticas de igualdad lleguen precisamente cuando la mujer más estaba accediendo a puestos de relevancia en la sociedad, cuándo, gracias al divorcio y la emancipación económica, estaba, ella sola, cambiando su situación. Lo no faltará, cuando finalmente esta generación igual y libre (insisto, no por la acción del Gobierno sino por el sino de los tiempos) sustituya completamente a su predecesora, es quien se cuelgue una medalla pensando y haciéndonos creer que el objetivo se logró gracias a estas leyes que, para mi gusto, son completamente propagandistas y populistas.

Me gustaría destacar también la inclusión por parte del nuevo Estatuto Andaluz de la necesidad de la realización de un estudio de “impacto de género” previo a todas las leyes y disposiciones normativas de la Comunidad Autónoma (artículo 114). En ningún apartado del Estatuto se menciona algo similar sobre un “impacto económico”, “impacto cultural”, “impacto moral” ni tan siquiera “impacto medioambiental” (tan de moda este último también) de ninguna política pública que haya de llevarse a cabo por parte de la Junta de Andalucía. Hasta qué punto se ha convertido esta igualdad estética en importante.

Por último, para hacer la crítica constructiva, propongo aquí una serie de políticas que sí que deberían llevarse a la práctica para la total igualdad de oportunidades de la mujer, esto es: equiparación de la baja paternal con la maternal (así será indistinto contratar a un hombre que a una mujer), ampliación de dicha baja, políticas de conciliación laboral (flexibilidad de horarios, trabajo desde casa, reducción de horas por hijos (fomento de la natalidad)) y creación de guarderías públicas.

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