28 octubre 2020

El Dilema de las Redes Sociales

No hay educación si no hay verdad que transmitir, si todo es más o menos verdad, si cada cual tiene su verdad igualmente respetable y no se puede decidir racionalmente entre tanta diversidad.
Fernando Savater 

El otro día vi el documental que se titula como esta entrada. En él se hace un análisis de cómo las redes sociales influyen en la sociedad como conjunto y en cada uno de nosotros como individuos. Desde el punto de vista social, trata desde cómo las elecciones pueden inclinarse hacia uno u otro lado (generalmente polarizado); y desde el punto de vista individuo incide en la lobotomía que producen en sus consumidores. El documental, sin ser una obra maestra y dar ciertos saltos argumentales un poco, a mi entender, inconexos, resulta interesante y da pie a muchas posibles reflexiones no ya sólo en cuanto a las redes sociales sino en cuanto a la sociedad posmoderna en la que vivimos y en las tendencias de la misma. 

Me llamó la atención particularmente un tema que he tratado también en este blog en alguna ocasión y es el tema de la búsqueda de la verdad. Casi al final del documental se trata la verdad como uno de los valores o pilares que claramente se están perdiendo en pro de una “posvedad”, por citar el concepto tan utilizado por Marina (no sé si es suyo original o simplemente se hace eco), que vendría a ser una construcción de la realidad, sociedad e individuos basados en opiniones más que en hechos verificables. 

El tema de la verdad es uno de los temas por excelencia de la Filosofía (junto con lo Bueno y lo Bello). Ya los filósofos griegos teorizaron sobre esto y crearon los conceptos de doxa y episteme para distinguir los conceptos. El hecho de confundir el uno y el otro es tremendamente peligroso. Supone confundir lo cognoscible por la razón, lo objetivo, lo refutable por otros; con lo percibido y lo subjetivo. Se trata de confundir una realidad objetiva con una percepción personal (y quien nos dice que no interesada). 

En el documental se muestra cómo puede esto influir en una sociedad: como las creencias o la mera propaganda puede ser confundido con la verdad y ponerla en el mismo nivel de valor, darle el mismo potencial argumentativo. Esto, a su vez, implica que los individuos configuren su mundo sobre unas creencias que no se respalda con la realidad, lo que acaba llevando en último término a la falta de libertad al no poder los propios individuos poder discriminar entre qué es cierto y que no. Es una parte fundamental de la libertad el tener las herramientas para conocer qué es cierto, ya que de ahí se deriva el comportamiento de los mismos. Comportamientos tan críticos como puede ser el voto en unas elecciones. 

Todo lo que se ve en redes sociales / Internet pasa por verdadero, como ocurría antaño con la televisión, sólo que ahora cualquiera puede subir contenido a Internet y maquillarlo con apariencia de verdad. Además, cada vez más, las instituciones que habrían de velar por la verdad se están contaminando por esta posverdad, están siendo absorbidos por intereses políticos o comerciales. A la vez que escribo esto no puedo dejar de pensar en la Universidad y en algunos de sus catedráticos y miembros docentes (sobre todo en algunas disciplinas) donde su servicio a un interés concreto ha dejado de lado su supuesta defensa del conocimiento, el rigor, la ciencia y la verdad. 

¿Quién defiende la verdad ahora en la posmodernidad?

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