21 abril 2008

Diálogo y Democracia


Una buena conversación debe agotar el tema, no a los interlocutores.
Winston Churchill

He de confesar públicamente que las buenas conversaciones son una de mis aficiones favoritas. Intentado acompañar siempre con la lucidez que otorga un poco de alcohol y eligiendo bien la compañía, una charla prolongada puede proporcionarnos más conocimiento y experiencia que un libro o una clase.

Y es que, como bien decían los antiguos griegos, el diálogo es también fuente de conocimiento. Ya las obras de Platón (el padre de nuestra filosofía actual) se denominan “diálogos”, y si alguno ha tenido el placer de leer alguna, habrá podido corroborar que las obras son conversaciones entre personajes.

La charla enriquece tanto al que habla como al que escucha. El intercambio de ideas nos hace percibir ciertos aspectos de la vida o de las ciencias de una manera diferente a nuestro pulido punto de vista. Un intercambio de ideas tranquilo, apacible y sincero puede concluir en una nueva tercera idea que mejore a las dos anteriores utilizando de cada una sus mejores aspectos.

Y es tal vez ese punto intermedio, esa concentración de ideas, lo que se echa de menos en la política actual. Las dos grandes ideologías (o crisol de otras muchas) únicamente miran su ombligo, intentando imponer siempre antes que comprender, dando lugar así a n debate estéril, subjetivo y poco enriquecedor.

Es quizás esta falta de mesura, este desgastado intercambio de insultos y ataques, lo que echa en falta España. Y es tal vez, aunque roce la utopía, lo que un partido nuevo, o más bien una serie de partidos nuevos, pretenden: acabar con la esterilidad del actual debate político español.

Aprovecharé pues para hablar uno de estos nuevos partidos que siguen creyendo y luchando por un debate donde sea más importante la idea que el color, donde el futuro siempre sobreponga al pasado, donde las personas de a pie, los ciudadanos, sean los protagonistas.

El nombre del partido es Centro Democrático Liberal, y en el he depositado mi esperanza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una buena charla... sentimiento recíproco ;-)