07 mayo 2008

Tipos de Dudas


En caso de duda, no determines, cosa alguna.
Refrán

Continuamente nos acechan dudas. Hay algunas que podemos obviarlas, dejarlas a un lado, retirarle su transcendencia y ningunearlas. Otras, tienen respuesta, más o simple o más compleja. Y luego hay otras que no la tienen, o que no la encontramos al menos, y que además no podemos encajar en el primer grupo, ya que nos persiguen día y noche.

La duda es el elemento principal del conocimiento, según el método cartesiano. Pero es una duda escéptica, recelosa, rutinaria y racional. La duda del tercer grupo que antes he citado pertenece a una duda vital, a una duda sufrida y sentida. Se trata de esa duda que atosiga, que ahoga. La duda de la incertidumbre, del desconocimiento. La duda temerosa, la que provoca pavor y miedo.

Es esta duda la realmente preocupante, porque no es una duda curiosa, es una duda existencial, una duda trascendente. Esta clase de duda es la que puede acabar por erosionar emocionalmente a una persona, que desgasta, sintiendo el miedo a una respuesta, en concreto a una respuesta desfavorable.

Este tipo de duda no está muchas veces fundada si quiera. Proviene de un presentimiento, de una sensación, del subconsciente. Puede carecer incluso de motivación racional, aunque es propio de quién la sufre buscarle sus causas y sus razones, normalmente en vano o encontrarlos con razonamientos inconsistentes.

Es arduo muchas veces aguantar con ella dentro. Poco a poco va creciendo, va poseyendo más tiempo de nuestro pensamiento hasta llegar a convertirse casi en el pensamiento de cabecera.

Su único antídoto es una respuesta, real o imaginaria. Podemos bien inventarnos una respuesta a través de nuestros silogismos y elucubraciones y obtener una conclusión no verificada que tomamos por verdad.

Otra opción es salir a buscar una respuesta preguntando a quién la tenga.

1 comentario:

Ank-Su-Ra dijo...

aunque no siempre será fácil encontrar la fuente del saber que nos carcome