24 mayo 2008

Dependecia y Libertad


Solamente cuando todo está perdido somos libres para actuar.
Extraída del Club de la Lucha

Hoy, más que respuestas tengo preguntas. Un montón. Una infinidad. Preguntar lo que uno no sabe es casi instintivo, involuntario; pero, ¿por qué queremos saber? ¿qué nos aporta la verdad? ¿Sufrimiento? ¿Dolor? ¿Por qué no contentarnos con una plácida ignorancia, con una quietud del alma? ¿Por qué perseguir una verdad que puede no satisfacernos?

¿Hasta que punto uno es libre? Si uno es incapaz de controlar su tristeza, de decidir cuando estar alegre y cuando triste, ¿cómo puede afirmarse que el hombre es libre? Si aún sigue habiendo en nosotros actos totalmente instintivos, reflejos, actos que no decidimos, que no pensamos, que no racionalizamos, ¿somos libres?

La libertad es un término relativo, es un punto de vista. Habría que escribir un ensayo inmenso para abarcar los distintos grados de libertad del hombre, y al final concluiría que no se puede concluir si un hombre es libre o no. Se trata de prioridades, de saber elegir cuál es la regla con la que medir el grado de libertad: si es por el movimiento, si es por nuestra clase social, por nuestra elección de estudios, de oficio, de color de sofá, etc.

Pero el hombre que no controle sus emociones, que no controle sus sentimientos, que no sepa domarlos cuan fiera salvaje, ése es un esclavo, un encadenado al impulso y a las emociones que no podrá decidir según su razón ordene sino su corazón exija, y por ende, si no es capaz de elegir lo mejor, no podrá alcanzar la libertad.

Aunque al final, esclavos somos todos. Dependemos de algo, ya sea física o emocionalmente. Dependemos de un sistema, de unos padres, de unos hijos, de un jefe, de un trabajo, de un sueldo… Dependemos constantemente.

Tal vez la libertad no sea otra cosa que la ilusión de que sólo podemos decidir lo que decidimos, dejando lo que otros u otros factores deciden por nosotros como “inevitable”. Tal vez seamos libres. Tal vez no.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la libertad no existe,porque en lamayor de las libertades uno está encadenado a ellas. ser plenamente libre es como vagar por la nada. ¿a que te agarras?estás condenado a ser libre.