17 mayo 2008

Del Ateísmo


Para ti soy ateo. Para Dios, la oposición.
Woody Allen

Puede extrañar que en todo este tiempo de blog, ya más de un año y medio, no haya aparecido por aquí el nombre de Dios, ya no para explicar su origen ni su fin ni su esencia, sino como un concepto desconocido que ha sido durante prácticamente la mayor parte de la historia, centro de la civilización.

Dios, Zeus, Alá o Jehová, han sido para distintas civilizaciones el punto de mira de individuos y culturas. La referencia ética por antonomasia ha sido, y es en muchos lugares, la religión. Ésta e la que nos orienta sobre la bondad de las cosas, la que nos lleva por el sendero recto y nos garantiza la salvación.

Una de las grandes luchas del individuo durante su existencia es la búsqueda de Dios. Esta lucha abarca toda la vida de la persona. Comprende desde su infancia hasta su muerte, siendo cuando ésta se acerca una necesidad.

Hay por otro lado quién rechaza la religión. La ciencia y el bienestar hacen cada día que la religión sea algo plenamente prescindible. El consuelo lo encontramos ahora en lo material, dejando lo espiritual para solamente unos privilegiados. De éstos que rechazan la religión existen dos tipos: unos, los llamados agnósticos y otros los ateos.

El primer grupo, ni creen ni dejan de creer. Están en un limbo espiritual, sin formar tomar la religión como práctica, ni asumir su destrucción. Mantienen ciertas dudas, cierto respeto hacia algo que para otros significa mucho, aunque para ellos sea la religión algo totalmente intrascendente e irrelevante.

El segundo grupo no se conforma con negar a Dios, sino que se sienten en la obligación de destruirlo. Este grupo siente una llamada feroz de anti-clericalismo, un ansia por ver la religión y a Dios fuera de su vida, de su entorno. Sufre cada día una batalla con Dios, a quien se enfrentan y al que quieren destruir.

Sin darse cuenta este grupo cree en Dios, tiene presente a Dios. Necesitan demostrarse cada día que Dios no existe, que está vencido; y para ello invocan la destrucción de éste. No se conforman con no creer, sino que necesitan reafirmarse cada día, necesitan exponer al mundo su odio hacia Dios, su necesidad de aniquilamiento de éste. Sufren porque dudan, y necesitan, una demostración de que están en lo cierto. Y para ello buscan el reconocimiento en los demás de que su doctrina es la cierta.

Lo que no percibe este grupo es que ellos también necesitan a Dios. Necesitan a alguien a quien acusar de todo, algo por que luchar. Y si se confirmara que Dios no existe, se sentirían igualmente perdidos; tanto o más que los creyentes que acabarían de haber perdido su norte.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Los ateos niegan a Dios, pero son quienes más hablan de Él.

Anónimo dijo...

Al no definirte en ninguno de los tres grupos (religiosos, agnosticos y ateos) no se si lo que proclamas en el post es pura observación o es lo que tu sientes. Pero como ateo que soy, no me siento definido en tu categorización.

Lo primero es que no siento una llamada feroz de anti-clericarismo, es cierto que me gustaría que las personas dejaran de guiar sus vidas por normas desfasadas e intentarán impornernoslas a los demás. Pero cada uno es libre de creer en lo que quiera.

Este fragmente que has escrito me ha parecido tambien curioso:
"Sufren porque dudan, y necesitan, una demostración de que están en lo cierto. Y para ello buscan el reconocimiento en los demás de que su doctrina es la cierta."

Yo no sufro porque dudo. Más bien al contrario, me congratulo (no se si se dice asi) por que soy capaz de dudar e intentar sacar una conclusion personal. No me creo, sin razonar, la realidad.
Tampoco es cierto que busco el reconocimiento en los demás de mi doctrina. Yo soy feliz con ella y cuando alguién viene diciendome que estoy equivocado, escucho porque puedo estarlo y luego razono.

Concluyes en el ultimo parrafo afirmando que los ateos necesitan a Dios y sin el se sentirían perdidos. Otra vez no estoy deacuerdo, como ateo, Dios solo representa una parte más de nuestro pasado y cultura y hace tiempo que ya murió. Sin Dios, mil puertas a la felicidad se abren ante nosotros y un futuro apasionante nos espera.

Lo que quiero decir con este comentario es que el ateo no siente la necesidad de luchar dia a dia y no solo existimos por querer negar a Dios.

Anónimo dijo...

En el anterior comentario no dije nada de este fragmento de tu post que me parece clave para entender el ateismo:
"...La referencia ética por antonomasia ha sido, y es en muchos lugares, la religión. Ésta e la que nos orienta sobre la bondad de las cosas, la que nos lleva por el sendero recto y nos garantiza la salvación."

Sin lugar a dudas esta me parece la gran diferencia entre las personas religiosas y los ateos.
La religion ha sido una via para dar compresión a aquello inexplicable en nuestro pasado y gracias a esto se ha usado como herramienta de control social.
No es que vea un complot a escala mundial donde una serie de personas controlan el mundo, no. Más bien, veo que antiguamente, cuando la ley del más fuerte reinaba, había que mantener una serie de reglas morales para una buena convivencia. Y la unica manera de que estás se cumplieran era invocando a la desconocido.

En la actualidad esas reglas estan reflejadas en las constituciones de los paises y la moralidad global. Esas reglas han evoluciona y se han perfeccionado. Es por eso que veo como un lastre a la religion en nuestros dias. Por que, es cierto, que sirvieron para llevarnos por el camino recto en el pasado, pero no hoy.