22 enero 2011

El Mundo como Convención

¿Qué es la belleza? Una convención, una moneda que tiene curso en un tiempo y en un lugar.
Henrik Johan Ibsen

Continuamente me hago la pregunta de cómo, en algo tan subjetivo como es el arte, algo que ha de mirarse desde el interior de uno mismo, algo que es reducido al gustar o no gustar, es decir, a los sentimientos, puede ser calificado como grandes obras de arte y otras en cambio basura. Cómo la misma obra de arte podría ser cambiar totalmente su percepción y valor dependiendo en la época en que fue creada. ¿O acaso alguien cree que el arte de Picasso hubiera sido igual de aclamado en el siglo XX que en el Renacimiento?

Para esta cuestión sólo encuentro la respuesta de que el arte es convencional, de que al fin y al cabo, una obra de arte, un libro, un cuadro o una pieza musical son mejores o peores según la opinión de quienes influyen en el resto de opiniones. No hay un canon estricto para medir, simplemente gustos y disgustos, y o bien resulta gustar a la mayoría (lo que se puede denominar hoy como “comercial”) o bien es un gusto erudito, un gusto de alguien influyente en otras personas, que rápidamente se extiende inconscientemente en aquellas personas en las que influye.

Quizás, y digo quizás, puedan salvarse en el arte aspectos de técnica y estética que pueden llevar a una “objetivación” del arte. Aunque también es cierto que esto criterios de bondad son igualmente un sistema convencional, un sistema de acuerdos expresos o tácitos.

Igual sucede, me temo, con las ideas, filosofía y pensamientos. Prácticamente todas las ideas se repiten desde los clásicos griegos y latinos, prácticamente toda la filosofía fue ya escrita por ellos y los modernos mayormente la han adaptado (pido disculpas por la visión simplista). El comunismo, o al menos una aproximación a él, ya fue vislumbrado en la República de Platón, y sin embargo fue en el siglo XIX cuando tuvo éxito.

Citando otro ejemplo más claro, la declaración de que la Tierra es redonda, no plana. ¿Por qué si los griegos (algunos al menos) conocían esta verdad se optó por la creencia de que era plana? Simplemente por la influencia de quienes defendían una u otra postura, por la credibilidad y confianza que depositaron en unos y otros, a pesar de ser un hecho objetivo y demostrable.

Como bien decía, con el tema de las ideas políticas y filosóficas ha pasado igual. Es probable que en la Historia hayan quedado enterrados pensadores brillantes que no han florecido ni tenido el éxito que otros por no haber tenido la suficiente influencia en la sociedad que les tocó vivir. Y esta influencia no tiene que ser simplemente intelectual, es decir, reconocimiento de la bondad o maldad de las ideas, sino en sentido radical, capacidad de influir en otras personas, capacidad de aceptación y asimilación de las ideas que otro propone. Influencia como traspaso de parte del alma de una a otra persona.

Y es que al final somos las personas las que elaboramos nuestra propia sociedad y nuestra propia historia. No es algo fortuito o azaroso. Es algo que decidimos, aunque a veces inconscientemente. Aceptar y asimilar las ideas de unos en lugar de las de otros es lo que creará el éxito del que las plantea o expone. Igual que con el arte. Acertar con la necesidad intelectual del auditorio, con lo que quieren ver, escuchar o sentir es, creo hoy en día, la parte más importante del éxito, del paso a la posteridad y de influir en la Historia y en la Humanidad.

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