25 marzo 2008

La Delgada Línea del Tiempo


Y es que en este mundo traidor, no hay verdad ni mentira: todo es según el cristal con que se mira.
Ramón de Campoamor

Decía un dicho popular, o tal vez de algún personaje célebre que mi ignorancia desconoce, que la vida sólo puede ser vivida mirando hacia delante y comprendida haciéndolo hacia atrás. Creo en la veracidad de este dicho por múltiples razones.

En primer lugar, alguien que vive anclado en el pasado jamás podrá sentirse libre. El hecho de tener en mente algo que es irremediable, y que a su vez impide prestar la totalidad de la atención al día actual, al día a día hace imposible un disfrute del presente.

Por otro lado, al igual que sucede con la Historia, la vida también requiere una interpretación, una reflexión con el conocimiento de todos o al menos la mayoría de los factores que han impulsado la toma de distintas decisiones. Este análisis y reflexión sólo ha de ser posible en la ausencia de la duda, nadando en la seguridad que provoca la certeza de unos hechos.

Encontramos por tanto una clara distinción entre pasado y presente (futuro desde luego también, aunque hoy ni hablaré de él). Sabemos o creemos saber qué funciones le pertenecen a cada periodo de tiempo de nuestra vida.

No obstante, se hace difícil la distinción entre pasado y presente. ¿Cuándo “somos” y cuándo “fuimos”?. No es tan fácil la distinción, porque muchas veces creemos que “fuimos” cuando aún “somos”. No tenemos una línea tangible entre el pasado y el futuro, no hay una cantidad de días, horas o años finitos que nos distingan entre un periodo u otro; y por tanto, es fácil confundir cuándo debemos analizar un hecho y cuando debemos vivirlo.

Una vez más, todo es relativo, todo depende del punto de referencia que tomemos. Ayer puede formar parte de este año académico, y por ende del presente, o, sin embargo, podemos interpretar que hoy es un día totalmente diferente a ayer por ejemplo en las comidas o en la actividad.

Relativizar es algo que hoy día, y en muchos años me temo, no pueden hacer las máquinas. No es fácil relativizar y ordenar conceptos en el espacio y el tiempo. La capacidad de saber interpretar si un punto de vista es o no acertado, de saber valorar un hecho desde un punto de vista concreto es un síntoma evidente de inteligencia. Y hoy por hoy, en la mayoría de las personas, o no se sabe, o no se quiere.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola!

Me gustó mucho tu entrada. Me quedo con la frase "la vida solo puede ser vivida mirando hacia adelante y comprendida haciéndolo hacia atrás." Una gran verdad.

Saludos!