06 marzo 2008

Inseguridades y Miedos


Nadie llegó a la cumbre acompañado por el miedo.
Publio Siro

No suele ocurrirme que las ideas se me amontonen en la cabeza y que no consiga crear la frase correcta que plasme exactamente mi pensamiento. Normalmente salgo airoso de esta pugna interna entre el continente y el contenido, con un acuerdo riguroso entre ambas. Pero ahora mismo, las ideas se amontonan, y simplemente siento que me repito como el ajo.

Todo ser humano teme a lo desconocido; desde la oscuridad hasta los sentimientos. Cuando alguien deja de sentir miedo hacia algo desconocido, es porque tiene confianza en sus posibilidades, o fe en sus teorías acerca de lo desconocido. Colón se arrojó al mar porque estaba convencido de llegar a las Indias.

Con los sentimientos ocurre igual; nos sentimos seguros de aquellos sentimientos que somos capaces de domar, aquellos que ya conocemos o simplemente de los que ignoramos su alcance. Sentimos miedo cuando no sabemos donde vamos a desembocar, adonde nos conducirá el destino o qué designios tiene preparados el azar.

Sucede también que somos ignorantes de nuestro alcance y de nuestras reacciones. Hay quién tiendo a interiorizarse considerablemente, quién su baja autoestima no le permite conocerse realmente; aunque su experiencia le hable de sus capacidades. El miedo ciega la razón; y la inseguridad provoca el miedo.

Hay dos formas básicas de superar esta inseguridad y por ende este miedo. Una, la menos ética pero igual de práctica, es engañarnos a nosotros mismos, mintiéndonos y hacernos creer de que somos capaces de algo, o que ese algo no tiene tanta trascendencia o importancia. Otra, que debería ser la empleada siempre, es convencer y convertirnos en domadores de miedos, en conocedores de nuestro alcance real y fomentadores de nuestro infinito potencial. Debemos analizarnos concienzudamente y encontrar nuestro verdadero temor para hacernos personas que pasen por encima de él; para superarnos a nosotros mismos.

Haciéndonos capaces y sintiéndonos capaces habremos vencido todos los miedos, y por tanto no habrá fin que no podamos alcanzar.

2 comentarios:

Ank-Su-Ra dijo...

no me creo eso de que no sepas como decir...

el problema es, cuando una vez que te enfrentas a lo mismo de siempre, sigue siendo igual de desconocido. aunque lo hayas combatido de todas las formas habidas y por haber.

hoy, por primer vez desde hace un mes y pico, siento que tengo que escribir y ver mis pensamientos plasmados en algun sitio.
hoy puede ser, que si necesite hablar y dedicarle un rato al frotón.

quién sabe, quizá no sea nada, o quizá lo sea todo.
un beso

Anónimo dijo...

"y convertirnos en domadores del miedo"