22 noviembre 2007

Pérdidas


Cuando una batalla está perdida, sólo los que han huido pueden combatir en otra.
Demóstenes

Queda claro que en esta vida unas veces se gana, y otras se pierde. Y queda claro también que quien no arriesga, jamás ganará; y ya no sólo eso, si no que además ya ha perdido.


El principal motivo por el que no arriesgamos en la vida es por miedo a perder; y siempre se nos olvida que si no arriesgamos jamás podremos ganar. Aquel que algo espera de la vida, debe arriesgar siempre que pueda, para ganar lo máximo posible; y deber llegar a comprender que la amargura de una pérdida tiene tan sólo el alcance que cada uno quiera otorgarle.

Ya he hablado en más de una ocasión de esto; hice no hace mucho una reflexión de por qué nos asusta la pérdida, y que es lo que realmente lamentamos con esta pérdida.

De lo que nos lamentamos es la inversión en tiempo y esfuerzo que hemos hecho por una idea, persona o relación. Eso es lo que nos incordia y lo que nos produce pena. Porque si hay algo impagable en esta vida, eso es el tiempo. El tiempo es probablemente el tesoro más preciado que poseemos, y a veces somos incapaces de darnos cuenta.

Por tanto, cuando algo a lo que le hemos dedicado tiempo, esfuerzo, sonrisas y lágrimas acaba por zozobrar; nos sentimos apenados. Y lo que sucede es que no nos damos cuenta de lo que ganamos; no sabemos verle el lado bueno a lo negativo; no sabemos apreciar la experiencia, los recuerdos y las sensaciones que esa idea, proyecto o persona nos ha concedido. No nos damos cuenta de que ese tiempo ha sido bien invertido; no en pro de ninguna idea o persona, sino en beneficio nuestro.

Lo que debemos hacer pues, es vivir cada día con la mayor intensidad posible, arriesgar cuanto podamos, sin miedo a perder; sin miedo a un futuro que raramente se parece al que nosotros habíamos imaginado. No perdamos tanto tiempo imaginando lo imaginable, creyéndonos que eso que imaginamos alguna vez pueda cumplirse. Esperemos que el futuro venga solo, sin prisas, sin precipitaciones. Recibamos al futuro mirando hacia otro lado; viviendo nuestra propia vida.

1 comentario:

N dijo...

Me ha encantado el último párrafo... yo soy de las que pierden muco tiempo imaginando. Así que, empezaré a concienciarme, y haré caso de tu consejo.


Besitos!