20 abril 2011

Segunda y Tercera República

A la mayor parte de los que no quieren ser oprimidos no les disgustaría ser opresores.
Napoleón I

El pasado 14 de abril se conmemoraba el octogésimo aniversario de la proclamación de la II República española. Al estar presente en las redes sociales, me fue fácil percibir el cambio de los avatares de varias personas a banderas tricolores, la subida masiva de fotos, los discursos acerca del republicanismo español, de la necesidad de una república urgentemente, de lo maravillosa que fue la II República. Había incluso quien atribuía la proclamación de una nueva República la capacidad de hacer salir a España de la crisis en que se halla inmersa.

Formal e idealmente, una república siempre será preferible a una monarquía. La república ofrece un punto más de democracia al permitir al pueblo soberano la elección del Jefe del Estado. Eso es indiscutible. Pero mirando al nivel empírico y práctico, tal vez la politización de una figura tan simbólica e importante como es la del Jefe del Estado pueda traer, en el siempre particular caso español, más problemas que soluciones. Enuncio aquí, entonces, una pregunta que tal vez no tenga respuesta, ¿qué es preferible, un sistema formalmente perfecto pero inestable; o un sistema formalmente imperfecto pero estable?

Por otro lado, me llama mucho la atención que el movimiento republicano español se aferre a un régimen tan nefasto e inestable como fue el de la II República (21 declaraciones del Estado de prevención, 23 del Estado de alarma, 18 del de Guerra; 2225 víctimas de violencia política; 4204 huelgas, etc.) como bandera y estandarte del republicanismo y la democracia. Cabe destacar también el cambio en los símbolos nacionales que se proponen, principalmente la bandera, como si el cambio de régimen supusiera necesariamente cambiar de país. En la I República, por ejemplo, ésta no fue cambiada.

Esto que arriba comento me lleva a concluir que el objetivo o el fin que persiguen muchos de los que proclaman abiertamente la necesidad de una república no van sino en contra de lo actual, de lo que hay establecido, más que en que el búsqueda real de un sistema mejor o más justo para los españoles. Es un modo de creación de grupos, de fragmentación de los ciudadanos ¿Es necesario un cambio de los símbolos nacionales si se cambia el régimen político? ¿Es la bandera tricolor el único emblema de republicanismo que existe en España? ¿Cuántos republicanos españoles estarían dispuestos a proclamar una República en España conservando la bandera actual?

Es por ello que creo que muchos de los que ondean la bandera tricolor únicamente buscan dañar al enemigo político, destruir sus símbolos y vencerlo moralmente. Toda reminiscencia de la Segunda República, cualquier evocación idealista de ella no denota sino una ignorancia respecto de la misma y/o un fanatismo contra el “enemigo”.

Creo que el republicanismo es considerablemente más democrático que la monarquía. No obstante, no es menos cierto que en las Monarquías moderna la figura del monarca no representa poder fáctico alguno, simplemente simbólico. A mi juicio, la monarquía parlamentaria actual ha proporcionado a España una estabilidad y democracia que jamás había conocido, a pesar de que ciertos sectores de la sociedad (principalmente los partidos políticos) se empeñen en socavarla.

El instaurar una república en España supondría un paso adelante en la democracia. Sin embargo, existen muchos pasos previos que pueden darse en pro de la democracia sin necesidad de modificar el régimen político (cambio de la ley electoral, independencia de la fiscalía, no intervención de poderes políticos en Cajas de Ahorros o en nombramiento de os vocales del Consejo General del Poder Judicial, listas abiertas, referéndums sobre temas relevantes para la sociedad, etc.).

Por tanto, si el movimiento republicano español sigue mirando con exceso romanticismo hacia la Segunda República, sigue cultivando el mito democrático donde no hubo más que caos, y pretende que la Tercera República sea la continuación de ésta, que no cuenten conmigo para implantarla.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estaré de acuerdo contigo o no, pero así sí que me gusta esta bitácora: mojándote. ¡Ya era hora! :)

Salud y libertad

Gonsaulo Magno dijo...

jajajaja, pues no te acostumbres :p