17 abril 2011

M el Vampiro de Dusseldorf

No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto.
Aristóteles

Acabo de terminar de ver la película de Fritz Lang titulada “M, el vampiro de Dusseldorf” (al menos se titula así la versión española). Sin ser una película técnicamente muy buena, el argumento y sobre todo el mensaje que lleva detrás (o el que yo he recibido) es espectacular. Muy buena película (como casi siempre) del maestro Lang de la que a continuación haré una interpretación. Advierto a los lectores que no la hayan visto que tal vez a partir de este punto se desvelen partes del argumento.

A mi entender, la película plantea un gran dilema, pero también me parece muestra una de las grandes miserias humanas: la hipocresía en al menos una de sus vertientes que no sabría muy calificar, por lo que lo dejaré como tal.

Empezaré hablando del dilema que se muestra claramente al final: ¿puede juzgarse a un loco o enfermo con las mismas leyes o con la misma contundencia que a un cuerdo? ¿puede alguien ser acusado de asesinato (esto es, con premetitación) a una persona que no es consciente de sus actos? Al final de la película, en el juicio improvisado que los maleantes preparan se expone claramente el dilema. También, la última escena de la película, donde se muestra el Tribunal que juzgará al asesino, y acto seguido una de las madres se pregunta “¿Quién nos devolverá a nuestras hijas?” se deja una pregunta abierta, ¿es la pena de cárcel realmene justicia? ¿O la Justicia nunca podrá reparar jamás el daño causado por un asesino?

Dejando estas preguntas abiertas, me voy a la segunda de las cuestiones que quería comentar. Y me parece más interesando, porque la encuentro más subliminal, no tan explícita como las preguntas arriba planteadas. Esta segunda conclusión o reflexión que a mi entender en la película se plantea es el encubrimiento entre valores superiores (en este caso la justicia) de intereses personales.

Comento el caso concreto de la película: después de una serie de asesinatos de niños, las medidas policiales y de control aumentan exponencialmente. Es entonces cuando un grupo de maleantes o mafiosos o no se sabe muy bien qué, se reúnen y tratan el problema. Su problema, de ellos, es que debido a tanta seguridad no se puede robar tranquilamente y todo trapicheo está mucho más controlado, las redadas aumentan y no es fácil delinquir. La causa de esto, dicen ellos, es el asesino de niñas, por lo que la mejor manera de evitar este problema es acabando con ese asesino. Y así, montan una red de búsqueda para localizarlo hasta que finalmente lo atrapan. Una vez atrapado, se monta un juicio improvisado en la guarida de los maleantes y se disponen a juzgarlo con “justicia”. Prueba de ello es que le asignan un abogado defensor para interceda por él ante el improvisado tribunal.

Lo que muestra realmente bien esta película respecto a esta hipocresía de los maleantes, que nunca han buscado la justicia sino su beneficio personal. Ellos consiguen encontrar al asesino y proceden a juzgarlo entre el clamor popular que pide su muerte instantánea. Se procede a hacer justicia con él, hablan de justicia y valores superiores, de la sociedad, del bien de la sociedad y de cuánto perjudica a ésta personajes como el juzgado. Pero realmente ellos nunca han impulsado la “caza” del asesino por estos valores de justicia y seguridad ciudadana, nunca han pensado en la sociedad, sino simplemente en sus intereses.

La película es de la década de 1930, y sin embargo, rebosa actualidad. Si vemos la reciente intervención aliada en Libia, podemos encontrar algo de esto. Los países aliados luchan por la “democracia” hoy, cuando la democracia lleva sin existir en Libia no sé cuantas décadas, al igual que en tantos otros países del mundo a los que no se le echa cuenta.

El camuflaje de intereses personales en el bien personal o en valores superiores abstractos ha sido, y mucho me temo que será, una constante del hombre a lo largo de los siglos, un indicador más de la miseria humana.

No sé si la palabra correcta para esto es hipocresía. Realmente no me suena bien, ya que entiendo que hipocresía no está tan relacionada con lo abstracto sino más con lo concreto. Si alguien tiene alguna propuesta de calificación de esto que aquí se ha descrito, por favor, que lo comparta.

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