La igualdad tal vez sea un derecho, pero no hay poder humano que alcance jamás a convertirla en hecho.
Está candente aún la noticia que habla sobre las fiestas “light”, y en concreto una, donde supuestamente se subastaban féminas menores de edad con billetes del monopoly (http://www.elmundo.es/elmundo/2009/05/07/andalucia/1241703711.html).
Asociaciones Feministas, secciones de igualdad de los diferentes gobiernos, periodistas y más organizaciones se echan las manos a la cabeza. Empezamos a escuchar “denigración”, “sexismo”, “explotación”, y un largo etcétera. ¿Si hubiera sido al revés, es decir, son los chicos los que se subastan, hubiera habido tanto revuelo?
Yo creo que no. Y es que los grupos feministas últimamente centran su interés más que en buscar la igualdad entre sexos, en convertir en hombres a las mujeres; en hacerlas a ellas partícipes en las deplorables costumbres de los hombres (como vociferar piropos por las calles). Se trata algo así de derrocar a un rey por considerar la monarquía injusta, e ir a poner una reina en su lugar.
Lo que no saben o parecen no saber las feministas es que tienen el enemigo en casa. Por ejemplo, en la fiesta de la noticia, eran ellas, las muchachas adolescentes, las que se apuntaban a la subasta. Eran ellas las que se subastaban. Al igual que son ellas las que admiten invitaciones en las discotecas a consumiciones o incluso a la misma entrada. Son las mismas que confunden “ponerse mona” con “enseñar”. Y estoy totalmente seguro que después de la fiesta, entre ellas, la competición era ver por quién habían pagado más.
Aun queda mucho por hacer en el terreno de la igualdad de sexos, como igualar salarios o impedir la discriminación y despidos de las embarazadas. Esos son dos de tantos objetivos por los que hay que luchar. Y no es que el motivo de la noticia no lo sea, pero es que como ya he dicho, las mujeres entran en el juego y así es difícil actuar.
¿Qué hubiera pasado si los organizadores de la discoteca se encuentran la sala vacía de niñas? Eso hubiera sido decirles con un ejemplo “las mujeres no somos objetos de subasta”. Pero ya han visto el éxito que tuvo la fiesta…
Honoré de Balzac
Está candente aún la noticia que habla sobre las fiestas “light”, y en concreto una, donde supuestamente se subastaban féminas menores de edad con billetes del monopoly (http://www.elmundo.es/elmundo/2009/05/07/andalucia/1241703711.html).
Asociaciones Feministas, secciones de igualdad de los diferentes gobiernos, periodistas y más organizaciones se echan las manos a la cabeza. Empezamos a escuchar “denigración”, “sexismo”, “explotación”, y un largo etcétera. ¿Si hubiera sido al revés, es decir, son los chicos los que se subastan, hubiera habido tanto revuelo?
Yo creo que no. Y es que los grupos feministas últimamente centran su interés más que en buscar la igualdad entre sexos, en convertir en hombres a las mujeres; en hacerlas a ellas partícipes en las deplorables costumbres de los hombres (como vociferar piropos por las calles). Se trata algo así de derrocar a un rey por considerar la monarquía injusta, e ir a poner una reina en su lugar.
Lo que no saben o parecen no saber las feministas es que tienen el enemigo en casa. Por ejemplo, en la fiesta de la noticia, eran ellas, las muchachas adolescentes, las que se apuntaban a la subasta. Eran ellas las que se subastaban. Al igual que son ellas las que admiten invitaciones en las discotecas a consumiciones o incluso a la misma entrada. Son las mismas que confunden “ponerse mona” con “enseñar”. Y estoy totalmente seguro que después de la fiesta, entre ellas, la competición era ver por quién habían pagado más.
Aun queda mucho por hacer en el terreno de la igualdad de sexos, como igualar salarios o impedir la discriminación y despidos de las embarazadas. Esos son dos de tantos objetivos por los que hay que luchar. Y no es que el motivo de la noticia no lo sea, pero es que como ya he dicho, las mujeres entran en el juego y así es difícil actuar.
¿Qué hubiera pasado si los organizadores de la discoteca se encuentran la sala vacía de niñas? Eso hubiera sido decirles con un ejemplo “las mujeres no somos objetos de subasta”. Pero ya han visto el éxito que tuvo la fiesta…
4 comentarios:
1. Las niñas que acudían a esa discoteca y se apuntaban eran MENORES de edad, los que promovieron el acto eran ADULTOS.
2. Me parecía igual de penoso que una discoteca se llenase porque hubiera niñas con minifaldas a que se completara aforo porque hubiese niños marcando culito con vaqueros ajustaditos. Seguimos tan sexualmente reprimidos que ver una piernas hagan que te decantes por acudir a un sitio o a otro? qué penita... qué poco hemos progresado en este país tan "progre".
1. Efetivamente Alex, las mismas menores a las que quieren dejar abortar sin consentimiento paterno.
Es un caso concreto entre menores, pero las discotecas de ADULTOS funcionan de manera muy parecido.
Pero vamos, que todo esta historia parece sacada del argumento de "Física o Química"
2. Seguimos en una sociedad que intenta negar que el físico importa, que llama la atención y que es un negocio simplemente porque tiene adeptos (y adeptas); y que a su vez intenta vender una psuedo-igualdad basada en cambiar el nombre de la Asociación de Padres de Alumnos por la de Asociación de Madres y Padres de Alumnos.
Gracias por escribir.
1. Probablemente una menor no sea lo suficientemente madura para abortar "a escondidas", pero aún menos es menos, mucho menos, madura para tener un "niño" por imposición paterna.
En una discoteca de Adultos me parece perfecto que subasten lo que les dé la gana, y allá cada una y uno con lo que quiera o no hacer.
2. Al contrario, seguimos en una sociedad que le atribuye una importancia excesiva al físico. Las niñas (o niños, pero menos) se piensan que por estar delgadas y monas van a tener todo lo que quieran en la vida, y no es así. El físico es importante, el físico ayuda, pero es uno más de los valores que te pueden ayudar a tener una vida plena, no el único.
No me des las gracias. Que pareces una máquina de tabaco ^_^.
1. No son los padres los que las obligan a copular. Y sí son los padres los encargados de tutelar su educación. Si sus padres estiman que debe o no debe abortar, cualquier responsabilidad recae en sus padres; al igual que cuando un menor provoca algún perjuicio, son los padres los que deben responer por él; por ejemplo una multa.
En ningún caso he defendido y alabado la ética de los organizadores; no es ese el mensaje de la entrada.
2. A las niñas (y niños) se les dan esos valores sobre el físico desde todos lados: medios de comunicación, entradas a discotecas, en su mismo ambiente... Es natural pensar que siendo más guapa vas a tener más éxito, porque ellas mismas lo comprueban. Lo que debe hacer la sociedad, los medios de comunicación, los padres, la comunidad educativa o a quién le corresponda es demostrar, y no confirmar continuamente lo contrario, que el físico es una caracterísitca más de la persona, y de las más superficiales y pasajeras.
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