08 abril 2007

Sueños


La incertidumbre es lo que nos cautiva. La bruma hace que las cosas sean maravillosas
Oscar Wilde

Es inherente al ser humano el soñar. Por lo menos en aquel que se sienta vivo, se siente vivo porque sus sueños siguen vivos, porque sus anhelos han sobrevivido al fracaso y al destiempo. ¿Qué sentido tiene la vida sin sueños?

El problema a veces de soñar llega cuando cumples los sueños. Es entonces cuando llega el vacío, cuando nos encontramos perdidos, cuando no sabemos qué hacer con ellos, cuando uno descubre que la idea era simplemente bella como idea. Hay ciertas cosas que son infinitamente más bellas como pensamiento que como sensación. Quizás por eso ame tanto al pensamiento, porque me gusta tanto o más disfrutar recordando o planeando que realizando las cosas en sí. Ciertamente me planteo si vivo para poder luego recordar.

Sin embargo, también llega a ser un problema cuando los sueños se ven lejanos e inalcanzables. Es un problema cuando simplemente ves un ligero resplandor a lo lejos, una esperanza casi apagada. Tener sueños imposibles sin asumirlos como imposibles pueden llegar a convertirse en una ausencia de sueños, en una vida gris y sin sabor.

Yo veo los sueños como algo colocado en lo alto de una estantería. Yo creo que puedo llegar a alcanzarlo con el simple hecho de elevar el brazo, pero no lo elevo por si realmente descubro que no alcanzo. En el fondo, convierto mis sueños en mentiras piadosas hacia mi mismo, sin llegar a comprobar nunca si están a mi alcance o no.

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