27 octubre 2011

El Razonamiento en la Argumentación

Razonar y convencer, ¡qué difícil, largo y trabajoso! ¿Sugestionar? ¡Qué fácil, rápido y barato!
Santiago Ramón y Cajal

He recibido algunos comentarios acerca de lo que escribo en mi blog, o mejor dicho, de cómo escribo lo que escribo en mi blog. La crítica principal ha sido que trato un tema, pero que no transmito mi opinión, que no me mojo, que no emito veredicto de a favor o en contra respecto de lo expuesto en la entrada en la mayoría de los casos. Tal vez algunos de los lectores que no se han pronunciado de esta manera han podido concluir que tal vez mi intención no es dar respuestas, sino formular preguntas.

Algo de eso ocurre también en las conversaciones, principalmente con amigos, y sobre todo en temas relacionados sobre la metafísica, la ética o cuestiones humanas y/o humanísticas que no tienen una solución única y verdadera.

En este tipo de charlas no se trata sino de formular teorías (es decir, proposiciones no demostradas) y de defender estos argumentos con razonamientos que los sostengan. No se trata tanto de la conclusión que se obtiene, sino de cómo se obtiene. El razonamiento es muchas veces más importante que los datos en sí o las conclusiones aprendidas. Saber llegar a una conclusión a través de un mecanismo deductivo habilita además que esa conclusión pueda ser analizada, rebatido y corregida en el caso de que no fuera del todo acertada. Estamos suponiendo, por supuesto, que en el debate se pretende la búsqueda o el descubrimiento de una “verdad”, entendamos por verdad algo que es real objetivamente. En el momento en que las conclusiones están determinadas de antemano el debate ha quedado totalmente corrompido siendo la argumentación un justificante, más que un método.

Por todo ello considero que en la educación de cualquier materia es casi tan importante (si no más en algunos casos) enseñar a razonar como enseñar conocimientos ya elaborados. Insisto con el ejemplo que en alguna entrada ya he empleado: más vale aprender a pescar que recibir el pez en la mano.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que piensen los demás te la debería sudar.

Si tu lo que escribes te hace sentir mejor y te deja expresarte libremente debes de seguir haciéndolo.

A algunos de los que leemos tu blog las cosas que dices nos hacen pensar, recapacitar, puede que no tanto como cuando estas con tus amigos hablando de "metafísica", pero nos hace pensar sobre lo que escribes.

Así que GRACIAS por lo que haces y por expresarte por que aunque ellos no lo piensen así, si que lo haces.

Gonsaulo Magno dijo...

Muchas gracias por tan amable comentario. Siempe es agradable saber que gusta lo que uno escribe.

Un saludo.