08 diciembre 2009

La Esencia del Individuo


Me moriré de viejo y no acabaré de comprender al animal bípedo que llaman hombre, cada individuo es una variedad de su especie.
Miguel de Cervantes Saavedra

Podríamos decir que ciertos comportamientos dentro de los seres humanos están predeterminados. Hay determinados patrones de conducta que parecen repetirse en las personas, que de una u otra forma todos repetimos. Puede deberse esto a que los seres humanos aprendemos, en cierta manera amplia, en base a la imitación; y que es esta imitación la que nos hace comportarnos igual que las personas a las que imitamos.

También es cierto que cada persona es única. Cada cual tiene una experiencia vital propia, una educación personalizada (amalgama de familia, colegio y sociedad) y unos intereses, deseos e intenciones propios. Intentar determinar el comportamiento absoluto de una persona de manera universal, habiendo tantas variables propias para cada individuo es imposible, o al menos, queda mucho aún para poder realizarlo.

La esencia de las personas es precisamente esa incógnita en cuanto a sus actuaciones. Pese a que hay tendencias y hay valores y principios “regulados” por el entorno, las sociedades y las culturas; no se puede nunca afirmar a ciencia cierta que un determinado individuo vaya a actuar siguiendo un determinado patrón. Únicamente podemos fiarnos de las probabilidades, de lo que es más o menos probable, pero afirmar a ciencia cierta una actuación concreta es subestimar al ser humano.

Las personas tenemos una serie de voluntades ocultas, una capacidad de pensar por uno misma, una auto-determinación. Las decisiones, en última instancia, son propias de cada ser. Somos nosotros quienes decidimos hacer o dejar de hacer algo, los que pensamos de una u otra manera, y aunque a nuestro alrededor se tienda a un pensamiento o a una forma concreta de actuar, tenemos nosotros la última palabra, la última reacción. Somos quienes decidimos, aunque algunas decisiones, como todo en la vida, sean más difíciles que otras, precisamente por los condicionantes sociales y del entorno, en definitiva, por las consecuencias.

La libertad de decisión es algo que siempre pertenecerá al individuo. La sociedad, la cultura y las demás instituciones que conforman nuestro entorno no podrán sino influir y establecer “sanciones” o “consecuencias”. Esas consecuencias podrán limitar nuestra libertad, en el sentido de que agregarán peso a uno u otro lado de la balanza y la elección no estará exenta de consecuencias; pero pese a tener todo en nuestra contra, un individuo puede actuar contra lo esperado, rebelarse contra todo y todos y marcar su propio camino. Es esta capacidad de salirse del camino trazado, esta voluntad última personal, la que hace imposible determinar con rotundidad el comportamiento de cada individuo. Es lo que constituye la verdadera esencia del individuo.

2 comentarios:

Rayén* dijo...

es re lindo lo que pusiste.
es un tema sobre el cual siempre me pregunté. es muy loco tmb. está bueno que haya personas distintas y que no se puedan predecir todos los actos de los otros y, al mismo tiempo, a veces me pasa que me gustaría que fuera distinto: poder predecir un poco más a algunos (quizás eso se logra conociendo desde hace tiempo a alguien e infiriendo más o menos cómo es posible que actúe en tal ocasión), tener alguna "fórmula" qme me permita descifrar ciertas reacciones futuras. pero eso no generaría una pérdida de lo interesante y emocionante de la vida? de lo impredecible y espontáneo de los otros? nos volveríamos máquinas de causa y efecto nomás. y eso de que siempre tenemos la última palabra es así, aunque a veces quiera justificar ciertas actitudes pensando que fueron influenciadas por otros. en fin =P
fue bueno leerte y feliz navidad!
adeus.

Gonsaulo Magno dijo...

Muchas gracias por tu comentario. Me alegro de que disfrutaras leyendo :-)

Es bastante complejo el tema. Por un lado parece que somos únicos e impredecibles, y por otro parte de un sistema ya pre-definido.

Un saludo, y feliz navidad a ti tb :-)