23 marzo 2011

De las Izquierdas y las Derechas

Cuando se exagera un sentimiento, desaparece la capacidad de razonar.
Gustavo Le Bon

La política española tiene bastantes vicios. Uno de ellos es el inevitable parecido de los partidarios políticos a las hinchadas de fútbol: fanatismo, sentimiento de pertenencia, odio al adversario. Alguna vez he escrito en este blog sobre la relación que hay en España de política con sentimentalismo, con los sentimientos, con lo racional.

A mi entender, la política debe ser algo racional. Debe éste buscar la manera de optimizar el bienestar de los ciudadanos. Para ello, han de planificarse una serie de medidas, propuestas y principios con los que la sociedad pretenda mejorar. La política ha de ser la búsqueda del bien común, de la gestión de la “polis”, de la optimización de recursos.

En España, sin embargo, la política está basada en la lucha de dos enemigos irreconciliables: el equipo de la izquierda o el equipo de la derecha. La actividad política en España se desarrolla desde el sentimiento de pertenencia al grupo y, por ende, del odio al adversario. Lo que menos importan son las ideas concretas, lo importante es de donde vienen. La guerra es diferente si el Gobierno es de izquierdas o de derechas; al igual que la subida de los impuestos, o cualquier otra política que ambos sectores políticos hayan de determinar tarde o temprano: para alguien de izquierdas es intolerable cualquier medida que venga de la derecha, y viceversa.

Existen también los disidentes, por diversos motivos, del “equipo” oficial, aquellos que afirman: “yo no soy del PP, pero soy de derechas, ¿eh?”, o viceversa de nuevo. También está aquella de “de la crisis se sale por la izquierda”. Y yo pregunto, ¿qué es ser de derechas?, ¿qué es ser de izquierdas?

Hasta que no enterremos este caduco romanticismo ideológico sobre nuestra filiación política y comencemos a entender la política como algo racional, no podremos evolucionar. Hasta que la política no deje de ser un sentimiento, no podremos pensar en qué es lo mejor para el país, en qué conviene más a los ciudadanos y en qué nos hace progresar.

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