No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.
Oscar Wilde
Llevo ya más de seis meses escribiendo este blog, y a veces me pregunto si realmente tiene utilidad. Ya no sólo si la gente lo lee, lo deja de leer, tengo más visitas, tengo menos, quién lo visita lo lee de verdad, y demás cuestiones de índole similar.
El problema de si sirve es para conmigo. ¿Qué gano yo realmente escribiendo? Desde un punto de vista práctico, este blog no sirve para nada. No persigue ningún objetivo, por lo tanto, ninguno alcanza. Este blog, como si de arte se tratara, es realmente inútil; pero a mi me ayuda.
Me ayuda a analizar mi vida. Hace que tenga que parar a definir cómo me encuentro, o cómo se encuentra el mundo en el que vivo. Me hace plantearme dudas existenciales y posibles soluciones. Me hace teorizar sobre la vida, aunque la práctica siempre resulta un poco más costosa, y a veces no tenga mucho que ver con lo que he escrito. Me hace ordenar ideas, canalizar sentimientos e ideas, plasmar mi vida en palabras y entregársela a aquel que quiera leer.
Este blog se ha desviado enteramente de lo que yo había programado. Mi idea original era un blog mucho más político, con cabida a algunas entradas personales, literarias o filosóficas. Pero ha resultado ser al revés: un blog puramente metafísico, para en ocasiones, encargarse de la política. Y creo que mejor así.
Un blog no es un diario. No en el sentido clásico del mismo, donde se narran cosas concretas y hechos concretos. Este blog es un diario de ideas, sensaciones y percepciones, así como apetencias. Pocos hechos de mi vida se narran en él de forma directa. Incontables de forma indirecta.
Gracias a todos los lectores que invierten su tiempo en leer mis líneas.
El problema de si sirve es para conmigo. ¿Qué gano yo realmente escribiendo? Desde un punto de vista práctico, este blog no sirve para nada. No persigue ningún objetivo, por lo tanto, ninguno alcanza. Este blog, como si de arte se tratara, es realmente inútil; pero a mi me ayuda.
Me ayuda a analizar mi vida. Hace que tenga que parar a definir cómo me encuentro, o cómo se encuentra el mundo en el que vivo. Me hace plantearme dudas existenciales y posibles soluciones. Me hace teorizar sobre la vida, aunque la práctica siempre resulta un poco más costosa, y a veces no tenga mucho que ver con lo que he escrito. Me hace ordenar ideas, canalizar sentimientos e ideas, plasmar mi vida en palabras y entregársela a aquel que quiera leer.
Este blog se ha desviado enteramente de lo que yo había programado. Mi idea original era un blog mucho más político, con cabida a algunas entradas personales, literarias o filosóficas. Pero ha resultado ser al revés: un blog puramente metafísico, para en ocasiones, encargarse de la política. Y creo que mejor así.
Un blog no es un diario. No en el sentido clásico del mismo, donde se narran cosas concretas y hechos concretos. Este blog es un diario de ideas, sensaciones y percepciones, así como apetencias. Pocos hechos de mi vida se narran en él de forma directa. Incontables de forma indirecta.
Gracias a todos los lectores que invierten su tiempo en leer mis líneas.
1 comentario:
Siempre que tengas algo que decir habrá alguien dispuesto a leerlo, guste más o menos, sea de lo divino o lo humano lo místico o lo terrenal. O de política.
Tu me dijiste una vez que todo era literatura... y lo es. sigue escribiendo, piensa que no solo puedes ayudarte a ti mismo, si no a los que te leen.
Un besito...
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