El optimista cree en los demás y el pesimista sólo cree en sí mismo.
El otro día me llegó, como todos los días, una frase a mi correo electrónico. Esta frase, que es lógicamente la que encabeza esta entrada, versaba sobre el optimismo y el pesimismo desde un punto de visto que jamás me había planteado.
Esto me lleva a reflexionar por dos vías distintas. Una, lógicamente, es sobre el contenido de la frase, que posteriormente trataré de desarrollar. La otra, más ligada a los formas aunque no de forma directa.
Comenzaré por las formas. Lo que me hizo pensar la lectura de esta frase fue que siempre hay puntos de vista que se nos escapan, que siempre hay una manera deber las cosas ocultas, una perspectiva escondida entre las ideas que aún no han sido ni exploradas ni desarrolladas. En política por ejemplo, estamos hartos de una polaridad izquierda y derecha; y nada se sale de esas dos tendencias. Seguro que hay otros puntos de vista que no tienen que ser combinación lineales de estos dos; puede que haya también un arriba, y un abajo. O posiciones en las diagonales, con políticas totalmente diferentes. Únicamente necesitamos ideas nuevas, puntos de vista nuevos.
Sobre el optimismo. Considero totalmente cierta esta afirmación. Un optimista cree en las personas, cree en las cosas que no depende únicamente de él. Es confiado, atrevido, alegre. Piensa que el hombre es bueno para consigo, que existe un mundo mejor y que todos debemos ser partícipes de él.
El pesimista sin embargo, no cree más que en sí mismo. Es un ser individualista. Conoce al individuo, se conoce a sí mismo. Es consciente de las limitaciones, y no pondría la mano en el fuego por nadie, y a veces ni por sí mismo.
Nunca me había planteado que nuestra forma de ver el mundo dependiera tan directamente de la manera en que creemos en el resto de las personas, en lo solos que nos sintamos en el mundo y en lo que nos cuesta enhebrar hilos de confianza.
Gilbert Keith Chesterton
El otro día me llegó, como todos los días, una frase a mi correo electrónico. Esta frase, que es lógicamente la que encabeza esta entrada, versaba sobre el optimismo y el pesimismo desde un punto de visto que jamás me había planteado.
Esto me lleva a reflexionar por dos vías distintas. Una, lógicamente, es sobre el contenido de la frase, que posteriormente trataré de desarrollar. La otra, más ligada a los formas aunque no de forma directa.
Comenzaré por las formas. Lo que me hizo pensar la lectura de esta frase fue que siempre hay puntos de vista que se nos escapan, que siempre hay una manera deber las cosas ocultas, una perspectiva escondida entre las ideas que aún no han sido ni exploradas ni desarrolladas. En política por ejemplo, estamos hartos de una polaridad izquierda y derecha; y nada se sale de esas dos tendencias. Seguro que hay otros puntos de vista que no tienen que ser combinación lineales de estos dos; puede que haya también un arriba, y un abajo. O posiciones en las diagonales, con políticas totalmente diferentes. Únicamente necesitamos ideas nuevas, puntos de vista nuevos.
Sobre el optimismo. Considero totalmente cierta esta afirmación. Un optimista cree en las personas, cree en las cosas que no depende únicamente de él. Es confiado, atrevido, alegre. Piensa que el hombre es bueno para consigo, que existe un mundo mejor y que todos debemos ser partícipes de él.
El pesimista sin embargo, no cree más que en sí mismo. Es un ser individualista. Conoce al individuo, se conoce a sí mismo. Es consciente de las limitaciones, y no pondría la mano en el fuego por nadie, y a veces ni por sí mismo.
Nunca me había planteado que nuestra forma de ver el mundo dependiera tan directamente de la manera en que creemos en el resto de las personas, en lo solos que nos sintamos en el mundo y en lo que nos cuesta enhebrar hilos de confianza.
1 comentario:
eso es lo que tiene el subjetivismo, que podemos ver colores donde otros ven negro y al contrario.
que gran explicación del optimismo, del pesimismo y de la vida. eres un fantástico orador.
me considero optimista 100%. confio plenamente en los demás, de ahi los grandes desencantos que me llevo. confiar en mi misma... es más costoso. aunque bueno, a veces con confiar en las personas, basta.
todo en la vida es lo dificil que nosotros queramos verlo, impossible is nothing.
un beso, como siempre, genial.
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