Señor, las tristezas no se hicieron para las bestias, sino para los hombres; pero si los hombres las sienten demasiado, se vuelven bestias.
Miguel de Cervantes
Aunque yo aún esté en los albores de ella, la vida es larga, y en ella hay tiempo y espacio para todo. Y en ese espacio y tiempo todo, y absolutamente todo, lo que nos suceda será parte importante para el resto de nuestra vida. Cada momento es trascendente.
Debemos ser concientes de que en la vida debe ocurrir de todo: desde momentos alegres a triste, de alegrías a penas, de fortuna a mala suerte, de calor a frío, de abundancia a escasez. Y todos y cada uno de esos momentos son necesarios.
¿Cuál es la mejor forma de valorar la felicidad y la alegría? Habiendo sentido pesar y tristeza recientemente. Y así sucede con todo en la vida; para poder experimentar algo con completitud, hay que haber vivido lo contrario. La luz sólo se valora cuándo se conoce la oscuridad, al igual que sucede con el silencio y el ruido.
Por eso mismo, las etapas de la vida que nos sumen en la tristeza, melancolía y pesar, son igualmente necesarias que las felices y alegres. Todos y cada uno de nuestros días sumados y combinados tiene como resultado nuestra persona, única e irrepetible, porque cada uno tiene unas vivencias distintas, y cada uno las soporta y las entiende de diversa forma.
Así que, incluso en la tristeza, hay que estar alegres de estar tristes, porque con la tristeza vamos trazando el sendero de nuestra vida.
Debemos ser concientes de que en la vida debe ocurrir de todo: desde momentos alegres a triste, de alegrías a penas, de fortuna a mala suerte, de calor a frío, de abundancia a escasez. Y todos y cada uno de esos momentos son necesarios.
¿Cuál es la mejor forma de valorar la felicidad y la alegría? Habiendo sentido pesar y tristeza recientemente. Y así sucede con todo en la vida; para poder experimentar algo con completitud, hay que haber vivido lo contrario. La luz sólo se valora cuándo se conoce la oscuridad, al igual que sucede con el silencio y el ruido.
Por eso mismo, las etapas de la vida que nos sumen en la tristeza, melancolía y pesar, son igualmente necesarias que las felices y alegres. Todos y cada uno de nuestros días sumados y combinados tiene como resultado nuestra persona, única e irrepetible, porque cada uno tiene unas vivencias distintas, y cada uno las soporta y las entiende de diversa forma.
Así que, incluso en la tristeza, hay que estar alegres de estar tristes, porque con la tristeza vamos trazando el sendero de nuestra vida.
2 comentarios:
Estoy de acuerdo contigo. De hecho muchas veces no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos. No todo en la vida pueden ser alegrías.
Gonsaulo, cuento con tu blog para Red Centrista, la futura red de blogs de centro.
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